Disponemos de un quirófano bien equipado, para que cuando se anestesia un paciente se reduzcan al máximo los riesgos anestésicos, monitorizándolos en todo momento.
El control del dolor es muy importante, así como adecuar la anestesia más segura a cada paciente, tanto en el momento de la intervención como en el postoperatorio, prescindiendo en muchos casos del siempre incómodo collar isabelino.