Las garrapatas pueden transmitir enfermedades graves, porque en su interior viven y se multiplican muchos gérmenes. Generalmente viven sobre nuestros animales, pero esporádicamente pueden picar a las personas, transmitiendo también varias enfermedades. Al igual que los mosquitos, las garrapatas se alimentan de sangre y es, durante esta ingesta, cuando se produce la infección. El ciclo biológico de la garrapata consta de 4 fases, en cada una de ellas sube al animal para alimentarse y se baja para realizar la muda al siguiente estadío. Esto hace que no siempre veamos las garrapatas en nuestra mascota. Además la garrapata en el ambiente es muy resistente, sobretodo en el interior de las casas donde la temperatura se mantiene estable, pudiendo permanecer durante todo el invierno en activo.

Entre las enfermedades más comunes que transmiten están:

  • Anaplasmosis: produce fiebre, pérdida de apetito, vómitos, diarreas, anemia, signos neurológicos incluso convulsiones.
  • Babesiosis: produce debilidad, falta de apetito, fiebre, anemia, orina de color anaranjado, inflamación ganglios linfáticos, ictericia.
  • Ehrlichiosis: pérdida de apetito, fiebre, inflamación ganglios linfáticos, cojeras, sangrado por nariz.
  • Enfermedad de Lyme: fiebre, aumento de ganglios linfáticos y de articulaciones, decaimiento, etc.
  • Fiebre de las Montañas Rocosas: fiebre, reducción apetito, depresión, dolor articular, cojera, vómitos y diarreas.  Los casos más graves pueden mostrar daños renales, hepáticos y neurológicos.

¿Cómo prevenir estas enfermedades?

  • Control ambiental: sólo el 5% de las garrapatas están sobre el animal, el resto están en el ambiente, por lo que es muy importante si hemos visto garrapatas tratar el ambiente con productos adecuados.
  • Revisa diariamente a tu mascota, incluso después de cada paseo. Hay que prestar especial atención a zonas escondidas como axilas, orejas, entre los dedos, base de la cola.
  • Extrae las garrapatas de manera correcta: agarra la garrapata de la zona más cerca de la piel del animal con unas pinzas planas y tira con cuidado de ella asegurándote de que has extraído el aparato chupador. Desinfecta la herida y revísala diariamente por si tienes que acudir a tu veterinario.
  • Utiliza repelentes periódicos: aunque pienses que tu mascota no pasea por lugares infectados es importante protegerles. Hay varios productos muy eficaces en el mercado, pregunta a tu veterinario cuál es el más apropiado.
  • Realiza analíticas periódicas a tu animal para detectar la enfermedad antes de que aparezcan los signos. Es recomendable hacerlo 2 veces al año o 4 semanas después de haber quitado una garrapata.