Blacky apareció perdido cuando tenía unos 9 meses en Puerto de Sagunto, lo que iba a ser una adopción temporal se convirtió en una relación de amor eterno.
Primero compartió casa con Raquel, pero Blacky es un gato libre que necesita salir, explorar y pasear para ser feliz, así que cuando La Graveta abrió sus puertas entró a formar parte del equipo.
Lo podéis ver paseando por el parque, saludando a la gente o tumbado en recepción buscando un rayito de sol.